Ríos muy altos y con aguas turbias, menos pescadores y escaso botín marcan la jornada inaugural de la temporada de pesca en León.
El excesivo caudal y el frío deslucen la jornada inicial.

La apertura de la temporada truchera estuvo marcada por la escasa afluencia de pescadores, El día, que amaneció nublado y frío, fue templando a lo largo de la mañana, sin apenas viento pero con la amenaza de la lluvia que finalmente apenas cayó. No se recuerdan tan escasos aficionados en una jornada de apertura. Los lugares más concurridos como Hospital de Órbigo o Puente Villarente apenas concentraban media docena de pescadores. Otros muchos, tras comprobar la situación del río, optaban por no sacar la caña del maletero en espera de tiempos mejores.

Y es que los ríos discurren en pésimas condiciones para la pesca, a pesar de que en la última semana han reducido levemente su caudal. La situación en cuanto a los caudales muy altos y la temperatura del agua bastante fría siegue siendo mala para la pesca. No se están produciendo fuertes heladas y, al no cortarse los deshielos las aguas siguen bajando frías. A las cinco de la tarde, en el momento de cerrar esta información, se había pescado muy poco en la mayoría de los ríos. En el Sil se consiguió alguna captura de buen tamaño a cebo, pero la mayoría de pescadores no lograron una sola trucha. Los cotos de Pereje y Villafranca, donde las aguas discurrían más claras, no abrieron. Muy mal en el Esla, pese a que baja con un caudal alto pero pescable. Pequeñas eclosiones en las tablas pero ni una cebada a la vista. Lo mismo sucedía en el Porma, tanto en lo libre como en los acotados. Y todavía peor en los ríos de montaña, donde las aguas han cambiado el color marrón a un verde oscuro de puro deshielo.

El río Órbigo, a pesar de estar regulado por Barrios de Luna, arrastra un caudal excesivo y peligroso para practicar la pesca. El embalse, que finalizó la temporada pasada con el mínimo ecológico, está prácticamente lleno, desembalsando la misma cantidad de agua que recibe. Por Hospital de Órbigo el aforo marca 90 m3/seg, cuando en estas fechas lo normal serían diez o doce. Aun así algunos aficionados intentaban pescar en los abundantes remansos y tablas, pero con resultados negativos. Aguas arriba sin embargo, en el contraembalse de Selgas de Ordás se lograban algunas capturas de buen tamaño. Y es que tan solo en los embalses y en algunos arroyos de cabecera se ha podido pescar en esta apertura atípica.

La lombriz, irregular

Pese a que resulta difícil realizar estadísticas entre los pescadores ribereños, especialistas en el cebo natural, parece que la lombriz no ha dado buenos resultados en las primeras horas de la mañana. No ha funcionado bien tampoco la cucharilla, que es el señuelo artificial que mas se ha utilizado, tal vez por lo altos que vienen los ríos y lo fría que baja el agua. La eclosión de insectos en las horas centrales del día ha sido muy escasa. En el Esla corría prosarnosa y algún pardón, pero las truchas no se movieron. Los datos del Omaña, Duerna y Eria tampoco variaron mucho en esta primera jornada de la temporada.

La apertura de la temporada truchera estuvo marcada por la escasa afluencia de pescadores. El día nublado, lluvioso y frío no acompañó, con escasas capturas, aunque alguna muy preciada.